Avanzando con fuerza
En nuestro proyecto debe ser especificado con toda claridad:
¿Qué se quiere lograr?
Entendemos que la iglesia de Dios es llamada a: Manifestar
la multiforme sabiduría de Dios (Efesios 3:10),
Anunciar sus virtudes (propósito y carácter)
(1 Pedro 2:9), por lo tanto queremos tener una expresión
corporativa como comunidad apostólica de acuerdo
al reino de Dios, Desarrollar el quíntuple don
de Cristo, Desarrollar el propósito de Dios en
la gente, comunicar el evangelio del reino de Dios
¿ Por qué y para qué se quiere?
Tenemos que hacer una estructura para materializar nuestro
llamado - necesitamos una estrategia apostólica
para implementar la visión - debemos activar a
todo miembro del cuerpo de Cristo como si fuera un solo
hombre - queremos alcanzar a los que no tienen oportunidad
de exponerse a la palabra del reino - es necesario ser
sistemáticos para poder eliminar paradigmas.
¿Cuál es la tecnología para
la implementación del proyecto?
Necesitamos usar la sabiduría de Dios y su poder
para edificar con exactitud. Al ser iniciadores e implementadores
de proyectos, somos llamados a tener la misma mentalidad
que el Espíritu de Dios le dio a Noé, Moisés,
Salomón, Nehemías y Zorobabel; quienes fueron
provistos con varios tipos de tecnología de edificación.
En el caso de Zorobabel, quien puso los fundamentos para
un proyecto, fue alentador que le dijeran lo siguiente:
- La semilla siempre inicia el proceso: “No desprecies
el día de comienzos pequeños”
- El proyecto no será implementado por tu fuerza
o tus talentos: Sino con mi Espíritu, dice el
Señor de los ejércitos.”
- Los obstáculos se postraran ante ti: Ante
Zorobabel, esta (una gran montaña) será
plana”
- En la duración del proyecto hay supervisión
divina: Los ojos del Señor ven de un lado a otro
a través de la tierra”
- El proyecto se terminará con éxito:
“Sus manos (las de Zorobabel) lo terminarán”
- Los 5 puntos anteriores proveen un formato divino
para edificar los proyectos de Dios (consultar Zacarías
4:6-10)